¿Quién dijo que la única receta para sentirse mejor está en una farmacia? Suecia acaba de presentar una campaña que rompe esquemas: “La receta sueca”. Bajo un tono irónico y con el respaldo de médicos y estudios científicos, el país escandinavo invita a pensar en el turismo no solo como ocio, sino como una terapia natural para cuerpo y mente.
Un país que se vende como medicina
Auroras boreales, lagos helados, bosques infinitos y un estilo de vida en equilibrio: Suecia decidió empaquetar todo esto como si se tratara de un fármaco. La campaña imita un spot de medicamentos genéricos, con “indicaciones”, “dosis recomendadas” y hasta un recetario descargable en PDF que los viajeros pueden mostrar a sus médicos. El mensaje es claro: viajar a Suecia es tan saludable como un tratamiento recetado.
La propuesta sorprende por su ingenio, pero también porque pone sobre la mesa algo que la ciencia ya venía señalando: pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, mejora el ánimo y fortalece el sistema inmunológico.
El respaldo de la ciencia
Visit Sweden trabajó junto a médicos de Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos y Alemania para identificar actividades locales que tienen impacto directo en el bienestar. Entre ellas aparecen los famosos “baños de bosque” (caminar y respirar profundamente entre pinos), la recolección de frutos silvestres, la observación de cielos limpios y, por supuesto, la experiencia de sauna seguida de un chapuzón en agua helada.
A eso se suman hábitos profundamente suecos, como el “fika” —esa pausa sagrada para tomar café y compartir algo dulce—, que promueve la desconexión y la vida social tranquila. Cada recomendación fue verificada por especialistas del Instituto Karolinska, una de las instituciones médicas más prestigiosas del mundo.
El humor como gancho
El spot juega con la estética de la publicidad farmacéutica. Una doctora aparece de pie frente a una cordillera nevada afirmando que “Suecia es el primer país donde los médicos pueden recetar un destino”. Y como todo medicamento, no faltan los efectos secundarios: desde el deseo repentino de abrazar árboles, hasta la adicción al agua del grifo o la sorpresa de encontrar transporte público que funciona sin demoras.
Más allá de la broma, el guiño conecta con una verdad profunda: viajar transforma. Y Suecia busca que esa transformación se asocie con salud y bienestar.
¿Cuándo y cómo vivir “la receta sueca”?
La mejor época para disfrutar de este “tratamiento natural” depende de lo que se busque. El verano boreal (junio a agosto) ofrece días larguísimos, festivales al aire libre y la posibilidad de recorrer bosques y lagos en su máximo esplendor. El invierno (diciembre a marzo) es ideal para quienes quieren sumergirse —literalmente— en la experiencia del frío extremo: saunas, baños de hielo y, con un poco de suerte, la danza de las auroras boreales en el cielo.
Sea cual sea la temporada, la campaña propone algo distinto: animarse a pensar el viaje no solo como turismo, sino como una receta para sentirse mejor, física y emocionalmente.