Hay ciudades que marcan tendencia, que siempre están a la última, que tienen ese algo especial difícil de definir, pero que se respira en el ambiente. Madrid es de esas ciudades con algo único que la hace inimitable y con la que siempre quedan ganas de repetir.
Madrid, la capital de España, es un destino turístico vibrante y diverso que combina la rica herencia histórica de sus monumentos icónicos, como el Palacio Real y el Museo del Prado, con una escena contemporánea de restaurantes, tiendas y vida nocturna.
En este destino icónico a nivel mundial vas a poder disfrutar de parques impresionantes y sumergirte en la cultura local en los animados barrios de la ciudad. La oferta turística de esta ciudad madrileña es un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad, haciendo de la ciudad un lugar emocionante y acogedor para explorar.
Casas Museos, la historia más íntima
Junto a los grandes museos del Paseo del Arte como son el Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, en la capital española también hay otros pequeños museos, de esos que no todo el mundo conoce y que no tenés que perderte.
El Museo Sorolla, ubicado en la que fuera casa del pintor valenciano, alberga, además de su obra más destacada, los objetos que formaron parte de su vida. Otra interesante opción es el Museo Lázaro Galdiano. En este lugar vas a poder descubrir una magnífica colección de obras de Goya, El Greco, Murillo o Zurbarán.
En el barrio de Chueca, icono del Madrid más diverso y moderno, vas a encontrar el Museo del Romanticismo, con el que es posible regresar al siglo XIX, recorriendo sus salones que recrean, a través de obras de arte, los ambientes más románticos. Por otra parte, muy cerca de la Plaza de España se presenta otro de los grandes tesoros culturales de Madrid: el Museo Cerralbo. Este lugar te trasladará al estilo de vida de una familia aristócrata de finales del siglo XIX.
Para completar el recorrido para conocer la historia de una forma más intimista, el Palacio de Liria es una opción imperdible. Este gran edificio del siglo XVIII es residencia de la Casa de Alba en Madrid y principal sede de su colección de arte y de su archivo histórico. En su interior vas a poder disfrutar de la galería de retratos de los sucesivos duques, pintados por grandes maestros como Tiziano, Goya o Joaquín Sorolla, y también de la magnífica biblioteca con más de 18.000 volúmenes y joyas bibliográficas, como la única colección de cartas autógrafas de Cristóbal Colón en manos privadas y la primera edición de El Quijote.
Tesoros artísticos tras los muros de un monasterio
Otra visita que vale la pena hacer es la del Monasterio de las Descalzas Reales, catalogado como Bien de Interés Cultural. Está ubicado en el antiguo palacio donde residieron Carlos I e Isabel de Portugal.
Desde el primer momento, te fascinará su fachada de estilo plateresco y, ya en su interior, te asombrarán las pinturas del siglo XVII y los tapices tejidos en Bruselas sobre cartones de Rubens.
La cúpula más grande de España y la cuarta de Europa
Sorprendentes son también los tesoros que se encuentran en la Real Basílica de San Francisco El Grande, de estilo neoclásico y muy cerca del barrio de La Latina. Declarado Monumento Nacional, el templo se levanta, según cuenta la tradición, sobre el terreno que se le ofreció a San Francisco de Asís tras su paso por Madrid en 1214 en su peregrinaje a Santiago de Compostela.
Un dato curioso es que la impresionante cúpula es la más grande de España y la cuarta de Europa, tras las de la basílica de San Pedro y el Panteón, ambos en Roma, y la de Santa María del Fiore, en Florencia. En su interior, vas a poder admirar también una gran colección de cuadros de artistas españoles de los siglos XVIII y XIX, como Goya y Zurbarán.
San Antonio de la Florida, una ermita decorada por Goya
Un monasterio, una basílica y finalmente una ermita, la de San Antonio de Florida, que forma también parte de los tesoros menos conocidos de Madrid. Este templo, famoso por su romería del 13 de junio, sorprende por el conjunto pictórico que Goya pintó a finales del siglo XVIII.
Por su gran valor artístico en 1905 fue declarada Monumento Nacional, y en 1928 se construyó a su lado un templo idéntico para trasladar el culto y reservar el original como museo de Goya. A pesar de ser uno de los mejores ejemplos del neoclásico madrileño, son los frescos de Goya los que hacen de la ermita de San Antonio una parada imprescindible en Madrid, además de ser el lugar donde descansan los restos del artista desde 1919.
Rosaledas y jardines escondidos, esplendor en la ciudad
Con más de 200 parques, jardines y zonas naturales, Madrid es una de las ciudades más verdes del mundo. Conocidos son el parque de El Retiro o la Casa de Campo. Otras opciones, más pequeñas y escondidas, pero no por ello menos encantadoras, son el Palacio de Anglona o, más allá del centro, el de la Quinta de Los Molinos o el Parque de El Capricho.
Muy especial es también el Jardín de La Rosaleda del Parque del Oeste en el que crecen anualmente unos 20.000 ejemplares de más de 650 variedades diferentes de rosales. En 2006, fue galardonada por la Word Federation of Rose Societies con el “Award of Garden Excellence”, reconociéndola como una de las Rosaledas excepcionales entre las de todo el mundo.
Comer en un mercado
Por último, si querés conocer la gastronomía de Madrid en toda su amplitud, la mejor opción está en sus mercados. En ellos vas a encontar la cocina tradicional, tapas, vanguardia y todas las cocinas del mundo. Además del famoso Mercado de San Miguel, el de San Antón, en el barrio de Chueca, o el de Vallehermoso, en Argüelles, son alternativas llenas de propuestas y mucho ambiente.
Una propuesta interesante para continuar deleitando al paladar es recorrer las zonas de tapeo más de moda. La calle Ponzano y sus alrededores, o el entorno de la calle Ibiza son verdaderos espacios gastronómicos donde vas a disfrutar de propuestas para todos los gustos. En ellos conviven las tabernas más castizas y las ‘neotabernas’, además de algunos de los restaurantes más innovadores de la ciudad.
